Qué bien lo está usted haciendo señora concejala… Qué bien lo está usted haciendo…
Qué lástima que pueda ocupar ese puesto gracias a mujeres que de verdad miraron por nosotras, mujeres que se dejaron la piel y algunas veces la vida en la lucha contra el patriarcado. Si alguna levantara la cabeza… No le voy a hablar de la hipocresía que, desde el comienzo de esta era, caracteriza a los corazones oscuros, esos que meten miedo a los ignorantes sólo para llenarse los bolsillos, esos capaces de regalar su propia madre a los cerdos por un puñado más de poder.
Pero usted, como yo, ya sabe que así es el mecanismo de su gran máquina, el dominio y el control de todo lo que habita. Cuántas guerras, todas, han nacido de esa hipocresía que duerme debajo del ansia de dominio… Quienes mandan en el mundo no pueden ser buenas personas cuando se consiente tanto sufrimiento… De los seres humanos que ya viven, de esos no se ocupan sus esbirros… Millones de niños y niñas sufren a diario, por hambre, miseria, enfermedad, abusos, dolor… ¿Dónde están las plañideras en esos casos?
Permitir y alentar los «escraches» a las puertas de la Clínica Iris no es su labor en el Ayuntamiento de Albacete, muy al contrario, su deber como Concejala de la Mujer consiste en este caso en facilitar que estas mujeres que, legalmente y de forma voluntaria deciden interrumpir su embarazo, lo hagan sin sumar más dolor en sus corazones. Dediquen usted y sus amigas sus esfuerzos a salvar vidas y aliviar el sufrimiento de los que ya tienen nombre… La ciudadanía se lo agradecería inmensamente.