Este fin de semana nos han conmocionado dos noticias terribles. El sábado moría Naiara, con tan sólo 8 años, a causa de la brutal paliza que, presuntamente, le había dado su tío. Y ayer domingo, salió a la luz el caso de otra menor que fue obligada a prostituirse desde los 15 años, con una truculenta historia de maltrato, embarazos y explotación sexual.
La Constitución Española de 1978 establece la obligación de los Poderes Públicos de asegurar la protección social, económica y jurídica de los menores. En ambos casos nos preguntamos quién garantizaba el «interés superior» de las menores. ¿Quiénes velaban porque sus vidas se desarrollaran en entornos adecuados y libres de violencias? La respuesta es dura.
Más allá de las instituciones, apelamos al deber de la ciudadanía de comunicar a las autoridades cualquier situación anómala que detectemos o tengamos noticia respecto a cualquier menor.
Nadie elige dónde ni cómo nace. Nacer niña en una familia sin recursos económicos te sitúa en una situación de mayor vulnerabilidad que si naces niño; mayor riesgo de abusos, violaciones, embarazos no deseados, prostitución. A pesar de las leyes, la desprotección de algunas menores es una realidad demasiado habitual a nuestro alrededor. No seamos cómplices, ni miremos para otro lado. Exijamos que la protección de los menores sea realmente efectiva y construyamos un país en el que las niñas y niños sean una prioridad para las instituciones.
Secretaría de Igualdad, Sexualidades y Feminismos de Podemos Albacete.