Tras dos semanas de la reactivación de actividades no esenciales, esta crisis sanitaria pone en evidencia el modelo de precariedad laboral en el que se sustenta el estado español. Las sucesivas reformas laborales muestran su peor cara durante la crisis sanitaria, que se agrava para quienes tienen un trabajo precario.
Las heroicidades de la crisis del 2008 las llevó a cabo la gente trabajadora: rescatando al sector financiero de una deuda generada por su desmesurada codicia; estas personas no solo no fueron aplaudidas a las ocho de la tarde, sino que estos fueron insultadas y mayoritariamente convencidas de que vivían por encima de sus posibilidades, les rebajaron sus contratos, abarataron sus condiciones de despido, los autónomos y las pequeñas empresas no tuvieron ningún tipo de prestación. Se desahució a cientos de miles de familias y se creó el modelo económico en el que nos encontramos, con muchísima gente que, aun teniendo un empleo, es pobre.
Con estas condiciones y con el actual problema del coronavirus, asistimos a un drama en infinidad de empresas, ya que estas personas trabajadoras en precario pueden estar ocultando posibles síntomas (o el contacto con algún contagiado), provocando nerviosismo y desconfianza en el lugar de trabajo y extendiendo el virus, por miedo a que su empresa les despida o no les renueve su contrato temporal.
Aunque las medidas del Gobierno de coalición buscan minimizar daños a estos sectores de la población, protegiéndolos con ayudas públicas, ayudando a más de un millón de autónomos, prohibiendo despidos objetivos, cortes de suministros (luz y agua) y los desahucios, esta pandemia se ceba con las personas más desprotegidas por el temor a perder su puesto de trabajo.
Desde Podemos Albacete continuaremos trabajando para minimizar las consecuencias de esta pandemia, apoyando medidas que protejan tanto la salud como la economía de la gente trabajadora de nuestra ciudad y denunciando aquellas que vayan en sentido contrario.