Europa se enfrenta a la segunda peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Ante esta crisis humanitaria, Europa no puede mirar para otro lado. El asilo es un derecho y la legislación internacional nos obliga a garantizarlo.
Desde Podemos Albacete afirmamos que la Unión Europea tiene una responsabilidad que debe cumplir. Tenemos la legislación en materia de asilo más avanzada del mundo pero tenemos que cumplirla.
Ante esta situación de emergencia humanitaria que están sufriendo refugiados sirios creemos que la ciudad de Albacete debe participar en la acogida de estas personas y sumarse a la red de Ciudades Refugio impulsada desde Barcelona a la que ya se han unido otras ciudades como Madrid, Valencia, Jerez, Palma de Mallorca y Sabadell, para ayudar a solucionar esta grave situación.
La ciudad de Albacete debe posicionarse claramente sobre este drama, por la defensa de los derechos humanos y, ante la urgencia de la situación, debe hacerlo de una forma rápida y efectiva, y colaborar para garantizar el derecho de asilo de las personas refugiadas en casos de crisis como la actual.
Recordemos que no se tratan de inmigrantes ilegales ni son desplazamiento irregulares, son personas, muchos de ellos mayores y niños, que huyen de una guerra para salvar su vida que es amenazada de diferentes maneras de forma inminente.
Es un compromiso que nos abarca a todos: ciudadanos, movimientos sociales, administración, gobierno y partidos políticos. A nivel municipal, trasladaremos esta petición para que sea promocionada institucionalmente, desde el partido de gobierno y el resto de representantes de nuestro Ayuntamiento.
La crisis humanitaria que sufre el pueblo sirio es consecuencia directa de la guerra imperialista de Occidente, con lo ha sido y es la crisis humanitaria de afganos, kurdos, iraquíes, libios o yugoslavos, sin otro propósito que conquistar nuevos territorios, saquear recursos y despojar a sus ciudadanos de bienes y derechos, creándose así un escenario de estados fallidos a través de falsas guerras humanitarias cuyo objetivo no era socorrer a sus ciudadanos sino privarles de toda clase de derechos y someterles a nuevas formas de esclavitud, ya sea convirtiéndoles en carne de cañón o condenándoles a la emigración forzosa. La presunta generosidad de Alemania y otras naciones con los refugiados no tiene otra explicación que la estrategia de precarizar cada día más las condiciones de vida de la clase trabajadora dentro de la UE, al igual que ocurrió con la entrada de turcos y al igual que se pretende a través del austericidio en las naciones del sur de Europa. La solución al problema no reside en abrir las puertas para deteriorar cada día más las condiciones de vida de las clases humildes en la UE sino denunciar el imperialismo económico, las falsas guerras humanitarias, la existencia de un EI al servicio de las grandes potencias y de Israel (que increiblemente no es uno de sus objetivos militares sino uno de sus principales proveedores de armas y otros recursos bélicos). Como medida de choque, hay que desmantelar el EI y como medida política fundamental de la izquierda la lucha contra el imperialismo económico, la economía canalla, las desigualdades sociales y la acumulación exponencial capitalista.